José Magallanes, quien el año pasado creó el proyecto “Centro de Formación del Aprendiz” con fondos propios en el barrio Matadero con el fin de ofrecer cursos para jóvenes que no estudian o no trabajan; explicó la compleja situación que atraviesa al espacio e impide el dictado de clases prácticas.
Detalló que, por un lado, dicho barrio no cuenta con una instalación de energía trifásica que permita el uso de maquinarias “nos presentamos en Coopelectric, se acercaron y realizaron un estudio de factibilidad. Es viable hacer la obra, pero el mayor problema es que nadie quiere afrontar ese gasto. Por eso estamos trabajando junto a la Junta Vecinal para conseguir un subsidio o ver la posibilidad de ingresar a un plan municipal, provincial o nacional”.
Además, expuso la cuantiosa suma de dinero mensual que implica el dictado de clases “necesitamos un millón de pesos al mes entre capacitadores, seguros y materiales. En este momento no podemos dar capacitaciones, ya que no podemos solventar los gastos”. En este sentido, agregó que “es muy difícil hacer una escuela sin el acompañamiento del Estado, es imposible. Trataremos de hacer cursos teóricos o de electricidad domiciliaria”.
Pese a todas las limitaciones, se mostró esperanzado y dijo que “lamentablemente hay que aguardar los años electorales para que algo se mueva. Esperamos que aparezca alguien que esté interesado en ayudar, el lugar está y las ganas las tenemos”.
