Blonde D’Aquitaine: la raza francesa que conquistó los campos argentinos

Blonde D’Aquitaine: la raza francesa que conquistó los campos argentinos
En la década del 70, la raza Blonde D’Aquitaine llegó a Argentina desde Francia, destacándose por su fácil parición, rápido desarrollo y capacidad de adaptación a distintos climas. Estos bovinos, de pelaje rubio trigo, se introdujeron inicialmente a través de semen para cruzamientos y luego mediante la importación de animales vivos y embriones.

En la provincia de Buenos Aires, “Cabaña Curutue”, propiedad de Antoinette Marie Huffmann, fue pionera en su cría. Según relata Huffmann, la elección de esta raza fue influenciada por un contacto francés que evidenció su potencial para la ganadería local. Las pruebas iniciales confirmaron la facilidad de parto, impulsando la importación de toros y vacas que sentaron las bases del rodeo.

La Blonde D’Aquitaine es una raza carnicera con un gran desarrollo corporal y músculos compactos. Los machos pueden alcanzar los 1200 kilos y las hembras 750 kilos. Además, su rinde en gancho supera el 62%, un porcentaje notable frente a otras razas británicas.

Con una sorprendente rusticidad, estos bovinos se adaptan a cualquier alimentación y clima, desde el frío extremo hasta el calor intenso. También son longevos, con vacas que llegan a parir hasta los 22 años. La carne, por su parte, es magra, marmoleada y tierna, ideal para el mercado de calidad.

La cabaña también combina esta actividad con la producción de Aberdeen Angus colorado y West Highland, reforzando la diversificación de su ganadería.

Por Pablo Salinas/Expoagro

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