Las investigaciones revelan que Woldryk estaba atemorizado por amenazas de dos presos que operaban una red de estafas virtuales desde la cárcel de San Nicolás. Según la hipótesis principal, Woldryk habría abandonado el campo voluntariamente debido a estas amenazas.
El caso ha captado la atención a nivel nacional. La imagen de Woldryk está presente en comisarías de todo el país, y el Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas (Sifebu) mantiene activa una alerta desde hace casi dos años. Además, se ofrece una recompensa de 3 millones de pesos para quien brinde información fehaciente sobre su paradero.
La línea telefónica de Woldryk fue esencial para entender el contexto de su desaparición. El 5 de abril de 2022, tras obtener autorización judicial, se clonó su línea telefónica, descubriendo que desde el 22 de marzo era víctima de extorsión. Los estafadores, utilizando un perfil falso en Facebook bajo el nombre “Laurita Rodríguez”, lograron engañarlo y comenzar un diálogo íntimo. Posteriormente, recibió llamadas amenazantes de personas que se hacían pasar por autoridades judiciales, advirtiéndole sobre una supuesta detención por conversar con una menor de edad.
Apenas horas antes de su desaparición, los estafadores publicaron capturas de las conversaciones íntimas en el muro de “Laurita Rodríguez” en Facebook, acompañadas de una amenaza. Las pericias realizadas al teléfono clonaron comunicaciones hasta el 28 de marzo de 2022. Sin embargo, los contactos de los días cercanos a su desaparición siguen siendo un misterio, ya que la línea se apagó y nunca volvió a encenderse.
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