El tren circulaba a aproximadamente 91 km/h en una zona donde el límite era 80 km/h. La velocidad excesiva y el uso indebido del freno independiente fueron factores determinantes para el descarrilamiento, que dejó 79 heridos, cuatro de ellos hospitalizados.
El conductor Fagioli fue acusado de exceder los límites de velocidad y operar el freno de manera incorrecta, mientras que el ayudante Vázquez fue procesado por omisión, al no tomar medidas para reducir la velocidad.
El delito de estrago culposo agravado protege la seguridad pública y el servicio ferroviario. El procesamiento incluye la responsabilidad por acción de Fagioli y por omisión de Vázquez, con el objetivo de prevenir futuras negligencias y reforzar la seguridad en el transporte ferroviario.
Además del procesamiento de Fagioli y Vázquez, el juez sobreseyó a otras personas implicadas en la investigación, dejando abierta la posibilidad de futuras acciones legales según avancen las investigaciones.
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