El gobernador Axel Kicillof llamó a intendentes tanto aliados como opositores a firmar un reclamo conjunto para que el Gobierno de Javier Milei retome las obras públicas en la provincia de Buenos Aires, calificando la suspensión de estos proyectos como «un crimen social». La convocatoria se da en un contexto de ajustes que, según Kicillof y su ministro Carlos Bianco, están afectando seriamente a la infraestructura, la seguridad vial y el empleo.
La presión de Kicillof aumentó tras un trágico accidente ocurrido el sábado en la Ruta Nacional 7, donde el deterioro de las rutas fue señalado como factor clave en la tragedia que costó la vida de cuatro personas y dejó 19 heridos. Frente a esta situación, el gobernador criticó la falta de inversión en infraestructura, señalando que «sin obras, el país pierde derechos, oportunidades y futuro».
Bianco también se unió al reclamo, cuestionando la postura del PRO y sus demandas “oportunistas” al gobierno provincial, argumentando que esos mismos legisladores podrían reclamar directamente al Gobierno nacional. Bianco remarcó que la «política de obra pública cero» pone en riesgo la vida de las personas, mientras Kicillof señaló que el supuesto “equilibrio fiscal” de Milei se basa en recortes que afectan a jubilados, educación y salud.
El gobernador aseguró que las obras públicas son cruciales para reducir las desigualdades y apoyar el desarrollo en una provincia que, según él, ha sido severamente afectada por el freno de más de 1.000 proyectos en diferentes etapas de avance. Kicillof enfatizó que esta política es «no solo un obstáculo al desarrollo, sino también ilegal» y exigió que el tema sea abordado en el «Pacto de Mayo» que, recordó, no ha sido firmado.
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