El domingo pasado, Ricardo Bramajo asistió al estadio Buglione junto a miles de hinchas «chairas» para alentar al equipo en el enfrentamiento contra Ferro. Tras el partido, se desataron disturbios entre un sector de la hinchada y la policía de Infantería, que contaba con 24 efectivos locales y 24 adicionales, bajo la supervisión del subcomisario Héctor Ditz de la Comisaría 1ª.
Durante los incidentes, se detectó el ingreso de pirotecnia, bengalas, alcohol e incluso piedras que fueron arrojadas desde la tribuna, hiriendo a una oficial en el pie. Además, varios individuos ingresaron al campo de juego; uno de ellos logró acercarse a dos metros del vestuario visitante mientras los jugadores de Ferro aún estaban en la cancha, sin que los efectivos pudieran impedirlo.
Al finalizar el encuentro, en la intersección de las calles Cerrito y Mitre, la policía actuó disparando estruendos y postas de goma, resultando en varios heridos. Entre ellos, Ricardo Bramajo recibió un impacto en el ojo, quedando tendido en el suelo. A pesar de los pedidos de auxilio de otros hinchas, la ambulancia presente en el lugar no brindó asistencia y se retiró. Finalmente, un particular trasladó a Bramajo al hospital en su camioneta.
Bramajo permaneció en la guardia y fue dado de alta al día siguiente, aunque con tratamiento oftalmológico. Los especialistas advirtieron sobre la complejidad de la lesión, y actualmente se encuentra en estudios prequirúrgicos para evaluar la gravedad, sin descartar la pérdida de visión en su ojo izquierdo. En este momento, solicita ayuda para solventar los gastos de medicación, ya que no puede trabajar. Además, no descarta iniciar acciones legales por lo sucedido.
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