La labor docente se está convirtiendo en una tarea de alto riesgo en la Argentina. La violencia en las aulas ya no es una rareza y, este jueves en Bahía Blanca, se dio a conocer que un pibe de 12 años golpeó a su maestra porque esta le insistía en que se sacara la capucha del buzo durante la clase, con tal furia que le rompió la mandíbula y le desplazó el tabique nasal. Una agresión despiadada, que deja al descubierto el lamentable panorama de la educación actual.
El hecho dramático tuvo lugar en la Escuela Primaria N°25 «General Juan Gregorio Lemos», ubicada en la calle Facundo Quiroga al 12 de Bahía Blanca. Allí, una de las docentes, identificada posteriormente como Ana María Lencina, tuvo que ser trasladada de urgencia al Hospital Español de la ciudad debido a la brutal agresión por parte de uno de sus alumnos, de apenas 12 años, que respondió con extrema violencia a los requerimientos de que se quitara la capucha del buzo en clase.
Lencina trató de defenderse, y rápidamente otros docentes y alumnos intervinieron para calmar la situación. Ya en el Hospital Español, uno de los establecimientos de salud más reconocidos de la ciudad bonaerense, la maestra fue sometida a varios estudios y radiografías, que confirmaron que tenía la mandíbula fracturada.
Este lamentable suceso vuelve a poner sobre la mesa la urgente necesidad de abordar la problemática de la violencia en las escuelas. Los docentes, que deberían ser respetados y protegidos en su labor educativa, se ven cada vez más expuestos a situaciones de riesgo como esta.
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