El discurso de apertura de sesiones del intendente Wesner no pasó desapercibido, generando un amplio debate en la comunidad olavarriense. Se destacó un tono crítico hacia el Gobierno Nacional y, a nivel local, hacia la gestión anterior, reflejando una línea típicamente camporista.
Se hizo hincapié en el uso recurrente del «relato» como herramienta para ocultar la falta de gestión y eludir responsabilidades. Se mencionaron problemas como la salida de profesionales médicos del sistema de salud, los conflictos sindicales por falta de respeto a la mesa paritaria, la debacle del estacionamiento medido, la adición de más empleados al sector público, el recorte de financiamiento a instituciones como Bomberos, y las deficiencias en el transporte público que afectan a estudiantes y vecinos.
Desde diversos sectores, se expresó al intendente la necesidad de enfrentar los desafíos estructurales de Olavarría, como la recuperación de la capacidad de inversión, la diversificación industrial, y la mejora del sistema de salud, transporte, seguridad e infraestructura urbana.
En ese sentido, se aguarda la convocatoria del ejecutivo para avanzar en programas de inversión vitales, como el Arco en C, destinado a mejorar la calidad de atención médica. Sin embargo, se subraya la falta de dinamismo en la gestión municipal, lo que podría resultar en la pérdida de recursos y oportunidades para la ciudad.
Se insta al intendente a pasar de la crítica a la acción, respondiendo a las expectativas de los ciudadanos que lo eligieron para gestionar y resolver los problemas de la comunidad.
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